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TERRAZA



¡dónde estamos parados!





Implementando una lógica que aún no alcanzo a comprender, don Donato y su cuadrilla de albañiles han decidido comenzar la construcción de este monoblock ¡por la terraza!


Sí, así como les digo. Gilles Donato, un simpático paraguayo que acostumbra presentarse con un arrugado título de “Maestro Mayor de Obra” bajo el sobaco, asegura que la mejor manera de darle solidez al edificio es comenzando por la terraza.


Hoy a las cinco de la mañana me despertó con un llamado telefónico para convocarme
a la inauguración de la obra. Emocionado por el acontecimiento, y sin que le temblara la voz, me dijo: “don Colón, a ver si se llega usté prontito hasta la obra pa' colocar la Piedra Jundamental”. La solemnidad que le imprimió a ese final: “Piedra Jundamental” me terminó por convencer. “Al fin y al cabo –pensé- un tipo que es capaz de hablar a las cinco de la mañana con ese tono, merece ser tomado en serio”.


Media hora más tarde ya me encontraba en el terreno pelado de la futura obra con un escenario complicado de entender. Don Donato, luego de pronunciar unas breves palabras, no exentas de emoción, me hizo entrega de una tijera instándome a que cortara la cinta de raso que tan prolijamente se había encargado de tender. “Déle hombre, péguele un tijeretazo nomás”.


Luego de unos escasos aplausos, y con la idea fija de volver a la cama calentita, le devolví la tijera. El tipo, adivinando mi intención, me tomó firme por el brazo y sin mediar palabra me llevó hasta la zona especificada para comenzar la obra. Me di cuenta de su consumado materialismo cuando me dijo: “Nada de simbolismos don Colón”. Y, acto seguido, me alcanzó un pesado ladrillo.


“Carajo, que está pesado esto”. Me miró con severidad y me respondió: “Así debe ser. La Piedra Jundamental es parte de los cimientos del edificio. Y si la obra no tiene buenos cimientos se puede derrumbar en cualquier momento”. Ya un poco cansado de esta historia absurda, lo miré al tipo con mi mejor cara de incredulidad. Por toda respuesta recibí un: “Déle hombre ¡no sea cagón! y apoye de una buena vez ese ladrillo en el aire”.


Treinta metros debajo de nosotros los albañiles, con los pies en la tierra, sonreían mirando la escena. La mezcla burbujeaba en los baldes. Las cucharas empuñadas con absoluta convicción.


“Manos a la obra” gritó don Donato, mientras alineaba el segundo ladrillo junto a la piedra jundamental.



La foto pertenece a la serie "Obra" de Daniel Berens (un amigazo)


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miércoles

Lezama lima el vacío

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De las muchas lecturas que admite todo poema, al menos dos me interesan señalar en este Pabellón del vacío, señalamiento de lo más utópico ¡sin lugar a dudas!
Una, seguramente la menos gozosa, corresponde al conocimiento previo del significado de la palabra Tokonoma; la otra, paladeando el beneficio de la ignorancia, es la que me ha permitido disfrutar del oscuro sortilegio del vocablo.
Dispuestos de a uno por estrofa, cada tokonoma semeja ese peldaño flojo que nunca falta en toda escalera. Instancia de vacilación de un pie en este descenso precipitado, a ciegas, hacia los sótanos del lenguaje; hacia el depósito, siempre extranjero, de los sueños.



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Espero que ningún incontinente (inseguro peldaño que nunca falta) salga corriendo a buscar el significado de Tokonoma antes de leer el poema. Además ya me tomé el trabajo. Al final del texto podrán encontrar el producto de mi enciclopédica investigación.




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EL PABELLÓN DEL VACÍO




Voy con el tornillo
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preguntando en la pared,
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un sonido sin color
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un color tapado con un manto.
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Pero vacilo y momentáneamente
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ciego, apenas puedo sentirme.
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De pronto, recuerdo,
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con las uñas voy abriendo
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el tokonoma en la pared.
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Necesito un pequeño vacío,
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allí me voy reduciendo
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para reaparecer de nuevo,
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palparme y poner la frente en su lugar.
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Un pequeño vacío en la pared.


Estoy en un café

multiplicador del hastío,

el insistente daiquirí

vuelve como una cara inservible

para morir, para la primavera.

Recorro con las manos

la solapa que me parece fría.


No espero a nadie

e insisto en que alguien tiene que llegar.

De pronto, con la uña

trazo un pequeño hueco en la mesa.

Ya tengo el tokonoma, el vacío,

la compañía insuperable,

la conversación en una esquina de Alejandría.

Estoy con él en una ronda

de patinadores por el Prado.

Era un niño que respiraba

todo el rocío tenaz del cielo,

ya con el vacío, como un gato

que nos rodea todo el cuerpo,

con un silencio lleno de luces.


Tener cerca de lo que nos rodea

y cerca de nuestro cuerpo,

la idea fija de que nuestra alma

y su envoltura caben

en un pequeño vacío en la pared

o en un papel de seda raspado con la uña.

Me voy reduciendo,

soy un punto que desaparece y vuelve

y quepo entero en el tokonoma.

Me hago invisible

y en el reverso recobro mi cuerpo

nadando en una playa,

rodeado de bachilleres con estandartes de nieve,

de matemáticos y de jugadores de pelota

describiendo un helado de mamey.

El vacío es más pequeño que un naipe

y puede ser tan grande como el cielo,

pero lo podemos hacer con nuestra uña

en el borde de una taza de café

o en el cielo que cae por nuestro hombro.



El principio se une como con el tokonoma,

en el vacío se puede esconder un canguro

sin perder su saltante júbilo.

La aparición de una cueva

es misteriosa y va desenrollando su terrible.

Esconderse allí es temblar,

los cuernos de los cazadores resuenan

en el bosque congelado.

Pero el vacío es calmoso,

lo podemos atraer con un hilo

e inaugurarlo en la insignificancia.

Araño en la pared con la uña,

la cal va cayendo

como si fuese un pedazo de la concha

de la tortuga celeste.

¿La aridez en el vacío

es el primer y último camino?

Me duermo, en el tokonoma

evaporo el otro que sigue caminando.


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NOTAS


Tokonoma. educ. vial. Accidente vehicular de la palabra que da lugar a la tragedia del lenguaje: su misma imposibilidad.


Tokonoma Light. gastr. Aderezo cremoso, bajo en calorías, de sabor aún indefinido
(savora nada).

Tokonoma. med. Reiterado y epifánico desmayo del verbo desmayar, segundos antes de recobrar el sentido.

Tokonoma. sinón. de todovale. Estrategia comercial-cultural que usufructúa todo el sentido, una vez re-cobrado.

Tokonoma. tang. “En aquel pedacito de cielo…”

Tokonoma. perf. Gel que aplicado en los cabellos fija el desconocimiento.

Tokonoma. del fr. La chose litteráire. En un argentino abuso de la deconstrucción: la choza literaria o, cariñosamente, la chocita.

 ¡Tokonoma! pirop. orien. ¡Flor de Loto… Tenés!

TOKONOMA. niezt. Elemento percutor para tratar algunas cuestiones filosóficas.

¿Toko noma..? estrat. Arqueando las cejas, porteña insinuación…

¡Tokonoma! ¡Tokonoma! quím. Cuando, en contadas ocasiones, un azúcar se disuelve en los ojos de una mujer.




Si alguien quiere seguir jugando en el Parque Lezama, mientras Perlongher no está, puede ir ampliando esta investigación.
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6 comentarios:

Lucía.uy dijo...

tokonoma: armazón perfecta.

tokonoma: indecisa pretensión de carne y hueso.

tokonoma: disfrute matemático sin otra dimensión.

tokonoma: verdad definitiva.

tokonoma ciclo ineludible del destino, fuerza concéntrica de la repetición.

tokó nomá che Negro Rada, que acá no pasa nada.

Oiga, dejo porque atrás del árbol veo una sombra que me "achusta".

Ah! no se si tendrán que ver mis definiciones, pero a mí tokonoma me suena a todo eso.....en fin

un abrazo, Lobito.

néstor dijo...

Oiga, botija, se me vino is-pirada, che. Me mató con el tokó nomá del negro Rada, jajaj, muy bueno.
Gracia, gurisa, por venir a jugar al parque.

abrazo pa`lla.

MaríaCv dijo...

y bueno, acá va unito...


Tokonoma. milag.relig.Cuando una mujer cocina como escribiendo su mejor poema de amor.



después si me sale otro agrego, además me cuesta pensar definiciones, me gustan más los conceptos..pero valió la pena seguir jugando en el Parque Lezama, total, como dice el texto, Perlongher no está! Gracias por invitarnos.

Un beso

néstor dijo...

Bien por el unito, María. Me gusta esa re-ligazón entre cocina y amor. Nada como degustar una comida preparada con amor (aunque suene a aviso publicitario berreta). Ahora, que esto signifique un milagro corre por cuenta suya, yo no quiero conflictos de género, jaja.

Espero que su paso por el parque no sea nada más que un milagro, che.

un beso.

Lucía.uy dijo...

tokonoma: sing.sing.más sing imposible. antigua voz popular japonesa; grito de algunos pocos que traducido sería algo así como "es lo que hay valor".

saludos, bespi.

néstor dijo...

Bien por el espíritu lúdico, botija. Y sí, no cabe duda que el valor, en el amplio sentido de la palabra, termina siendo un dato singular en estos tiempos que corren. Es lo que hay.

Abrazo pa´toda la gurisada.