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Tengo un techo encima, uno de chapa, de esos en que la lluvia te persigue. También tengo una oreja, para que la lluvia tenga sentido. Porque la finalidad de la lluvia no es mojar, sino hacer contacto, adquirir un sonido, como la utopía de toda palabra: pronunciar la lluvia -ese afán-. Por eso cuando llueve, el cielo no registra signos mudos.
Ruido, entonces, sílaba de agua o -también afán circular- sílaba de mosca, que se hace oír arrojándose contra el vidrio de la ventana.
¿Acaso alguna fe mueve a esta mosca que no para de construir instantes a golpes?
Puedo escuchar los golpes, son apenas, son Vallejo. Puedo escucharlos porque estoy tan próximo a su soledad como tan lejos de cualquiera. Hay que estar lejos para escribir, y demasiado cerca como para leer lo que la mosca traza en esa topología formada por mínimas excoriaciones que va dejando en el vidrio. Allí donde ninguno ve, ella deposita, a golpes, su fe.
Creciente obstinación de ojos cerrados, no se da cuenta de que lo único que atraviesa el vidrio, sin dañarse, es una mirada.
Ruido, entonces, sílaba de agua o -también afán circular- sílaba de mosca, que se hace oír arrojándose contra el vidrio de la ventana.
¿Acaso alguna fe mueve a esta mosca que no para de construir instantes a golpes?
Puedo escuchar los golpes, son apenas, son Vallejo. Puedo escucharlos porque estoy tan próximo a su soledad como tan lejos de cualquiera. Hay que estar lejos para escribir, y demasiado cerca como para leer lo que la mosca traza en esa topología formada por mínimas excoriaciones que va dejando en el vidrio. Allí donde ninguno ve, ella deposita, a golpes, su fe.
Creciente obstinación de ojos cerrados, no se da cuenta de que lo único que atraviesa el vidrio, sin dañarse, es una mirada.
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10 comentarios:
.......yyyy......ahora a la perspectiva, se le suman las inclemencias del tiempo, la famosa lluvia, o sea es una inclemente perspectiva…jeje…; no lo tome a mal pibe! En fin que en este suelto 5, usted se expatria momentáneamente de su perspectivada soledad, y nos permite echar un vistazo a un fondo humano de un ser que busca lo que todos buscamos. Muy bueno lo suyo,"botija" si me lo permite.
saludos
Qué quiere, botija!! Le tengo que meter un poco de lluvia para combatir el tan mentado calentamiento global.
Ahora que lo dice, sigo buscando una patria... ¿Existirá algo así?
abrazos
La lluvia… este texto al leerlo me recordó tres cosas: un poema que hablaba de la lluvia y que escribí hace unos años - y que no encuentro en la compu ahora- ; un libro de Kovadloff que se llama “Una biografía de la lluvia y otros ensayos sobre lo difuso” que lo tengo y tampoco encuentro jaja, y , - tres - que hace muy poquito, la otra noche mirando en librerías me topé justo con ese libro de la lluvia.
Y ahora tu suelto (¿4?). ¿Acaso a veces persigue la lluvia para hacer contacto como intuye tu texto?
La lluvia adquirió un sonido con la utopía obstinada de tu palabra.
Un beso, que tengas una linda semana de otoño que ya llegó.
( paso denuevo, por lo de más abajo del texto que no llegué, por (si) la mosca se enoja )
Cuántos recuerdos, María! Debo reconocer que el título del libro de Kovadloff suena más que interesante, me anoto en la lista de espera.
Y sí, a veces el sonido de la lluvia sobre mi techo de chapa produce un efecto de paranoia nocturna, jaja. No se haga problema, estoy en tratamiento.
Esta primera semana de otoño tiene una significación especial: hace 34 años comenzaba otra caída, y no de hojas precisamente.
Un beso
Una prosa poética certera y degustable.
Saludos.
Jorge ¡qué alegría otro amigo peruano por acá!
Gracias por dejar tu ladrillo.
Prontito paso por tu blog.
Un gran abrazo.
En Lima no llueve... me gustó mucho tu mención a Vallejo.
Un abrazo.
Curioso, Angel, esto que decís: En Lima no llueve. Será por eso que el dolor de Vallejo siempre me ha sonado a ruido seco, áspero también.
Un abrazo.
...y eso que él se murió "en París con aguacero". (:
Ángel: lo interesante de las paradojas.
abrazo
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